martes, 23 de julio de 2013

Aprendizaje... de nuevo relatividad

- La felicidad depende de uno mismo, no lo olvidéis...

El maestro camina entre sus pupilos y los mira uno a uno fijamente a los ojos. Se detiene un instante en los de ella, para recrearse en el secreto que en ellos se esconde. Secreto que ambos comparten lleno de amores y prohibiciones. Se obliga a abandonar la ensoñación y gira sobre sus talones, comenzando de nuevo su caminar tedioso por el aula.

- ¿Lo habéis entendido bien?- y repite: La felicidad siempre depende de uno mismo.

Nota como a su espalda alguien se pone en pie. La siente... es ella. Se vuelve lentamente. La mira de nuevo... Es tan hermosa...

- Maestro, eso que afirma no es cierto...- su voz es baja pero firme. Mira al suelo, algo avergonzada ante la situación. Todos los alumnos la observan inquisitivamente, con cara de desconcierto.

- ¿Per...perdona? - acierta a articular el maestro.

Ella eleva la mirada lentamente, hasta clavar sus pupilas en las de él, con una intensidad que desnuda el alma...

- ¿Acaso serías feliz si yo no lo fuera...?